El otro día estuve recordando esa época tan bonita de tu vida que
es la adolescencia. Ese tiempo de colegio e instituto. Es una época
preciosa dicen, sobretodo cuando estás lleno de granos, el cuerpo
deforme, solo piensas en sexo y todos os metéis con todos a ver quien
puede más, unos acaban depresivos y otras se creen la reina del
baile americano....En fin, lo más divertido de ir al cole sin duda
era el momento autobús, cuando manipulabas al conductor para que te
pusiera tu música, o cuando te paseabas cual azafata por el pasillo
y en cada frenazo te arrastrabas por todo el suelo perdiendo tu
dignidad, pero da igual, tu siempre lo hacías. ¿Y las excursiones?
Cuando por alguna razón te obligaban a sentarte con el niño que va
delante de ti en la lista, cuando tu ya tienes amigos. El caso que
acabas harto de que para cualquier actividad decidan que irás con tu
compañero de la lista, para que luego digan que tu eliges a tus
amigos...
Hay momentos de clase que no olvidaré, como las mañas que teníamos
para engañar a los profesores aunque , ilusos de nosotros,
creyéramos que no se daban cuenta. Yo por ejemplo era de las que no
callaba ni bajo el agua así que para terminar mi conversación
estaba lo de ir a la papelera a sacar punta al lápiz para poder
terminar la conversación. Luego está el tema de los chicles. Lo que
llegaba a asustar a veces era cuando el profesor se transformaba en
policía y te hacía que te sacaras el chicle con la mano, se lo
enseñaras, lo tiraras a la papelera y aun te hacía enseñarle hasta
las amígdalas, por si acaso.
Luego tenemos el famoso tema de los exámenes. Creo que todos hemos
copiado alguna vez. Habían auténticos maestros de la chuleta,
algunos la metían dentro del boli donde la letra parecía un
jeroglífico, otros lo escribían en estuches o en papelitos que se
metían en un forro escondido de la chaqueta, los listos se lo
escribían todo en la mesa, o en la mano...En fin, habían infinidad de
chuletas, pero sin duda la mejor táctica era no estudiar y copiar de
tu compañero, ¿verdad? Empiezas asomándote a su mesa con la escusa
de...¿me dejas un boli? El cual acabas chupeteando y al final del
examen recuerdas que no es tuyo. También se puede probar la táctica
de que se te caiga el boli, o también los hay más descarados que se
cambian el examen, eso era muy divertido porque se escuchaba un
escándalo de papeles que era imposible no darse cuenta. La verdad que
aprendes a disimular muy bien, cuando llevas 15 minutos con el nombre
puesto y en dos minutos mirar a tu compi y ya tienes rellenada la
respuesta, pero como te pillara una pregunta de esas de “justifica
tu respuesta” ya podías correr, a ver como copias una hoja entera.
Ahí es cuando decides hacer honor a tu imaginación, tanto que hasta
acabas creyendo que lo que has puesto no esta mal y podría servir.
Claro que sí hijo mio...
En fin, dicho esto, me queda hacer la definición del tipo de
estudiante que puedes haber sido, seguro que te sientes identificado
con alguno, o lo has vivido de cerca. Para empezar tenemos “El
empollón modesto” que aprueba siempre pero delante de los demás
se hace el tonto y comenta que su examen le ha salido fatal y luego
te saca el 10, claro que sí compañero. También tenemos “El empollón sobrao” ese es el que aprueba pero ni te va a dejar copiar
ni luego te dirá como le ha ido, simplemente aprobará siempre y tu
te no sabrás nada, suelen estar muy apartados de la clase,
normalmente junto al empollón modesto. Luego tenemos “El
estudioso”, que aunque lo parezca no es el empollón, es una
persona que tiene su vida pero que también dedica algo de tiempo a
estudiar, pero lo dicho...teniendo vida. “El loterías”, a este
individuo le interesa aprobar pero siempre irá a por la ley del
mínimo esfuerzo, y si puede copiar mejor. Suele comentar el examen
con los amigos y darse cuenta de que tenéis respuestas muy
diferentes, así que...¿aprobaré? ¿no aprobaré? será cuestión de
una lotería. Y por último terminamos con “El lumbreras” que
directamente suspende siempre, no hay variaciones de este personaje,
se puede comentar que cuando le viene la inspiración decide copiar,
pero lo copia todo tan bien que no sabe que lo ha echo fatal, él
piensa que el profesor no verá que es el único examen con un 10 de
toda su historia, por lo que finalmente suspende a final del curso.
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