lunes, 26 de enero de 2015

ROMÁNTICO DE LA MUERTE

Hace una semana fui a pasar el fin de semana a una cabaña romántica y adorable de la muerte. Si, eso es casi la definición exacta, sobretodo por lo de “muerte”. Para que me entendáis....
Reservas una cabaña con jacuzzi, pidiendo un “set romántico” con botella de vino, velas, petalos de rosa, incienso, y todo lo necesario para una velada romántica. Pues resulta que ya tienes la mala suerte de que trabajas sabado hasta el mediodia, por lo que tu escapada comienza sábado en la tarde. Aun así, despues de confirmar dos veces de que llegas a las 16:00h, te dicen que pensaban que llegarias a las 19:30h....por lo visto se habían confundido de persona, claro que sí. Tu cara al escuchar tremenda mala escusa asusta al dueño, por lo que se dispone a preparar la habitación de inmediato.

Pasados 15 minutos te hacen pasar a la cabaña, muy mona y acogedora, y parecía hasta calentita, o eso pensabas...y aquí comienzan las fantásticas prestaciones de la cabaña. La puerta del baño no cierra del todo, pero es un finde romantico y no hay nada más romantico que compartirlo todo, hasta los momentos de aseo, claro que sí. El caso que mientras esperas a que traigan el vino ya que no estaba frio todavía, te das una ducha y después te dispones a llenar el jacuzzi. Primer intento y....fallido, el jacuzzi se llena dos dedos de agua caliente, y se acabó. Piensas que se ha gastado el agua caliente, así que decides que os beberéis media botella de vino de momento y pones un poco de música e incienso, ya os bañareis esta noche, ¿no?

Llega la fria noche y despues de cenar fuera volvéis a la habitacion, segundo intento de llenar el jacuzzi...Intento fallido, vuelven a llenarse los dos dedos de antes, más otro más. Mientras intentas calentar la cabaña con la calefacción llamas al dueño para que te solucione lo del agua caliente, te hace quedar de tonta, que tienes que esperar un rato a que vuelva el agua caliente, esperar una hora mas. Gracias señorita, las 3 de la mañana será una hora ideal para bañarme. En fin, no hay suerte, has pagado una habitación sobretodo por el jacuzzi...pero no puedes bañarte, así que decides beberte el resto del vino, el cual parece zumo con gas y sin alcohol. Enciendes el incienso, y por qué no, las velas del jacuzzi, aunque como en el jacuzzi no harán su función las pones alrededor de la habitacion, si quieres romanticismo lo tendrás, eso faltaba. Pones música para hacer ambiente y bebes vino junto a tu pareja mientras sueltas tonterías por un tubo, el caso es olvidar los intentos fallidos con el jacuzzi.

A las 3 de la mañana solo por joder vuelves a probar el jacuzzi....tercer intento, y como no....Intento fallido, ¡si señor! Le comunicas por whatsapp al dueño que no os vais a poder bañar, ssigues sin agua caliente suficiente, así que intentas dar pena para que te hagan rebaja, por supuesto. Al rato surge un nuevo problema, la cabañita tan acogedora y caliente....no es lo que pensabas, la calefacción se encuentra a 30 grados y tu notas 24, ahí es cuando te dan ganas de mandar mas whatsapp al dueño pidiendo mantas, pero te das cuenta de que estás teniendo más comunicación con ese tío que con tu pareja, así que desistes. No hay agua caliente ni calefacción suficientes y solo nos podemos tapar con una mantita mas fina que su jodida madre. Das por echo que dormirás con calefacción ya que fuera hay 0 grados. Ahora mismo el estrés que te han provocado las fantásticas prestaciones de la cabaña podrían sentirlo hasta los mismos dueños, así que decides acostarte ya y aprovechar las pocas horas de sueño que te quedan.

Al siguiente día recuerdas que a las 11:30 es tu hora de salida, ¡pero que más da! el dueño pretendía que me diera un baño a las 3 de la mañana, ¿cuando duermo? Así que decides salir más de las 12. Dando un poco de pena y con unas cuantas quejas os despedís de los dueños, asi que sí, te descuentan el “set romantico” finalmente, ves que esa a sido la suerte más grande de todo el fin de semana, no te volverá a pasar, creeme.


Bueno, queda poco para San Valentín, que disfruteis vuestro finde romantico adorable de la muerte :P

miércoles, 7 de enero de 2015

MERCASALUD

Bueno, hoy os escribo desde mi sofá, tapadita con la manta y con un montón de pañuelos, los cuales serán mis mejores amigos estos días. Acabo de empezar el año y ya tengo un catarro de cojones, con la garganta tocada también, por supuesto.

Aunque ya parezca escusa, después de estas fiestas casualmente muchos nos ponemos enfermos, justo el día de volver al trabajo ¿casualidad, eh? Lo peor es que a pesar de ello, en nuestro interior sentimos un poquito de felicidad porque las vacaciones puede que no hayan terminado para nosotros. Llamas al trabajo para avisar de tu enfermedad, y cuando cuelgas viene esa pequeña culpa...”¿Estaré lo suficientemente enferma como para no ir?” Porque claro...luego para terminar de dudar llegan nuestras queridas madres, o abuelas: “Nenica, si estás bien para la fiesta estás bien para trabajar”. Y a ti te entra esa rabia interior que te pone más enferma aún de lo que estas.
Bueno, hay que tener respeto por nuestros mayores, no tienen ninguna maldad. Ellos suelen ser muy sabios, y sobretodo con el tema de las enfermedades, no te atrevas nunca a discutir sobre enfermedades con gente mayor, o acabarás muy mal.

Por ejemplo, el otro día fui al centro de salud por este maldito resfriado y mientras esperaba mi turno me sentí como en el supermercado del barrio, y os preguntareis por qué. Bueno, tendríais que haber visto los gritos entre un par de señoras, las dos comentaban el tiempo que estaban sin verse y lo bien que ya estaban de la cadera. Otras tres discutían sobre quién estaba más enferma, sí, se recriminaban entre ellas llegando casi a pelearse. En realidad no se escuchaban unas a las otras, simplemente una contaba su pena y a la siguiente ten por seguro que le pasaba algo peor. Otras dos abuelas reían sin parar con esa risa que te atraviesa el tímpano y hasta a veces te llega a contagiar. En fin, ademas de eso, luego está la abuela que pasea por allí cada día, solo para visitar a las amigas, que no le ocurre nada pero siempre está allí, que si tú vas al médico 3 veces al año, siempre vas a coincidir con ella. Pues no es casualidad amigo, es que ella siempre estará allí. (Véase este último caso también en las peluquerías).

Y por ultimo tenemos a la abuela cojonera, sí...y no es por ser cruel, pero es esa mujer que no va a cederte el turno ni aun que te esté dando un ataque. De echo para esta última abuelita tan agradable también hay sitio en los supermercados. Con tal de proteger su compra y salir las primeras del supermercado darán su vida por guardar el sitio en la cola. Y es de lo más curioso que hagan este tipo de cosas para irse las primeras, cuando sabemos que son las personas que tienen poco que hacer. Este verano llegué a ver en el supermercado una cola enorme de señoras mayores sin cestas ni carritos, solo guardando el sitio a sus hijos y nietos mientras ellos compraban, y claro, luego llegas tú sin tu abuela y te conviertes en la pringada que no tiene sitio en la cola, que si trabajas te fastidiarás y te buscarás la vida para salir de la odisea en la que se ha convertido ahora mismo el supermercado. Vamos, que en parte los supermercados y los centros de salud cada vez se parecen más, ¿no? O me estoy volviendo más loca...

Lo dicho, respetemos a los mayores, tengamos mucha paciencia con ellos y queramos mucho a los de nuestra familia...pero sobretodo, si no quieres estar perdido en esta jungla...llévate a tu abuela a comprar o al médico, ¡nadie podrá contigo!