Es curioso lo que la navidad es capaz
de provocarnos a todos. Pero sea lo que sea lo que nos
provoque...siempre es en exceso. Para empezar, estoy segura que todos
hemos sufrido el odio intenso de la gente que aborrece la navidad,
todos hemos visto ese odio que crece con cada adorno navideño, con
cada anuncio de turrón, esas personas que van muriendo poquito a
poco con cada villancico...los cuales por cierto no sabes cómo pero
los escuchas en cualquier rincón. Tengo un amigo de echo, que el
otro día me llamó acojonado porque había escuchado ese extraño sonido que no sabía de donde venía. Si, eran villancicos.
Entiendo su miedo, no sabes de donde viene esa música pero ahí está,
supongo que la traerá consigo el autentico espíritu navideño del que
hablan.
Bien, pues el exceso de odio a la
navidad no es el único, también está el exceso de amor por la
navidad, por supuesto. Todos tenemos a esa tía, abuela o madre que
tiene una tienda de decoración por casa. Esa casa que cuando entras
el 24 de diciembre crees que ha sido reformada o directamente
invadida por enanitos de papa noel. Está todo maqueado y lleno de adornos, que automáticamente entiendes a los que odian la
navidad. ¿Que me decís de esos muñecos musicales de papa noel?
¿Que clase de demonio infernal los ha dejado entrar en la tierra? Esos ojos
rojos, esa música típica de “circo de los horrores” y esos
movimientos de zombie andando hacia ti....
No, eso de puede ser de este mundo.
Pero vamos a ir al grano, el exceso más
grande de estas fiestas es la comida. ¿Recordáis cuando hacíamos de
3 a 5 comidas al día? Bien, pues eso es lo primero que debes olvidar
cuando llega la navidad. Debes saber que en navidad, se come durante
todo el día. Cada familia tiene en casa una bandeja dorada llena de
dulces, yo la llamo directamente LA BANDEJA, está dispuesta a saciar
cualquier ápice de hambre que puedas tener durante todo el día.
Pero si no te apetecen dulces no temas, porque también estará la
bandeja de jamón y queso, la de langostinos...y con estas dos
bandejas tendrás comida para todas las fiestas.
¿Os habéis dado cuenta que en estas
comidas familiares no se deja de comer en ningún momento? Yo no soy
capaz de recordar conversaciones con mi familia sin que estuviéramos
comiendo, de echo aun después de comerte el cochinillo, de tomarte el
café, el roscón, las pastas y todo lo que haya en la mesa....aun
después de eso son capaces de sacarte cada media hora LA BANDEJA de
dulces inacabable, que todos sabemos que se reproduce sola. Es
cierto, la propia bandeja va produciendo más y más dulces, es por
eso que nadie teme sacarla 40 veces al día y cebarte con ella, porque
es algo que va a estar hasta el fin de la navidad. He llegado a
pensar que el propio espíritu navideño se encarga de llenarla.
Después de toda esa comilona que dura
hasta las 7 de la tarde...se va acercando la hora de cenar y cuando
crees que es hora de irse la abuela aun decide que hay que preparar
cena, o como segunda opción comernos las sobras y .... sacar la
bandeja....
Mierda, la bandeja no, ¡la bandeja no!
PD. ¡Felices fiestas y feliz año nuevo! :P